martes, 28 de julio de 2015

Polar sí es Patria

El modelo de “crítica” se ha emplazado en las conversaciones cotidianas del venezolano. Y no es para menos, si se observan ya no a diario, sino a horario, o a minutario (como no nos extrañaría que el poco respetable Nicolás diga un día de estos), los incontables errores cometidos por el gobierno que saltan a la vista de cualquier invidente, y que desembocan en el declive vertiginoso del bienestar social del venezolano.
Tal es el punto, que el mismo gobierno ha tenido que adoptar la popular estrategia de “la mejor defensa es el ataque”, al verse embestido por los propios resultados calamitosos de sus constantes malas decisiones, y comienza a multiplicarlas señalando culpables fantasmas en casos torpemente elaborados que no hacen más que confirmar su falta de capacidad de gestión, pues la misma se ha basado en tramas, chismes, rumores y persecución a disidentes, mientras la economía del país figura en el mismo lugar tanto en la lista de prioridades del gobierno, como en la lista de economías exitosas del mundo.
Hace unos días comparaba el caso infantil del “tucano” con el capítulo de los molinos de viento del caballero de La Mancha, pero basta recapacitar un poco y ahora siento que le debo una gran disculpa a Don Miguel de Cervantes por tan infame comparación. Esto porque el sueño del Quijote, bien sabido por amor, no podría si quiera compararse con balurde pendejada de salir en cadena nacional de radio y televisión para denunciar un intento de golpe de estado con tan insignificantes pruebas (si se les puede llamar así). Además, que para poderle dar notoriedad al asunto, involucre a gobiernos extranjeros e intente crear polémicas con niñadas como la decisión sobre la cantidad de personal diplomático de Estados Unidos en Venezuela y haya aprovechado la oportunidad auto-elaborada para apresar disidentes, justificar el asesinato de protestantes y seguir ileso ante la justicia injusta.
Entonces, cómo no criticar a un gobierno irresponsable que expele injurias a diestra y siniestra a todo aquel que manifiesta un “no me parece”? para desligarse de toda responsabilidad implícita en el desastre económico, social y político que vive nuestra nación. Acaso no es de cobardes el hecho de no aceptar su responsabilidad en todo este apocalipsis, aun más cuando se han hecho del control de instituciones, organismos, empresas privadas, convirtiendo el país entero en un monopolio gubernamental; pero la culpa de todo el desastre la tienen otros, según ellos.
El descaro oficial es tan vergonzoso, que en su afán de desvirtuar la percepción del progreso, han osado señalar a una de las empresas con mejor trayectoria no solo en Venezuela, sino en Latinoamérica, y con productos ya presentes en todo el globo, que hoy llegan a los millones de inmigrantes venezolanos, victimas de los tres últimos lustros de precariedad en Venezuela. No hay otra explicación que el evidente sentimiento de envidia y pánico que les provoca el hecho que un hombre exitoso dé cátedra de buena administración y crecimiento aun en tiempos de austeridad como lo ha venido haciendo el Sr. Lorenzo Mendoza.
Cobardemente el indeseado gobierno se ha hecho del control de las divisas de los venezolanos y de las materias primas para lo poco que se sigue produciendo en nuestro país, sin mencionar la burocracia, o más bien “obstaculocracia” que se ha impuesto como método del madurismo castrista, y por ello truncan el desarrollo de actividades productivas tanto del sector privado como propias, para luego volver a caer en el discurso infantil de acusaciones infundadas desligándose de toda responsabilidad y avanzando en su objetivo de destruir el país.
Son muchas las organizaciones que viven hoy estas críticas infundadas provenientes de personajes de dudosa trayectoria, como los son quienes gobiernan el país, pero hago mención de Empresas Polar, porque el hilo de sátiras del todo irrespetuosas con que el ejecutivo se ha referido estos días a dicha empresa y sus directivos, me retumba en el verdadero patriotismo que llevo arraigado y sé que las demás organizaciones amenazadas hoy sienten lo mismo, quiero decir en venezolano coloquial, que es como si se metieran con los coroticos del pesebre, pues Polar es icono de la industria alimenticia venezolana, que durante décadas ha gozado de una evolución ejemplo de desarrollo y productividad, son casi setenta y cinco años de crecimiento y cientos de productos distribuidos en tres ramas de negocios, es decir, independientemente del momento político del país, Empresas Polar vive desde 1941 generando empleos, brindando productos de calidad que son referencia en el mercado, participando en el desarrollo tecnológico de la industria alimenticia venezolana, promoviendo programas de desarrollo social, y por supuesto, generando productividad e ingresos a quienes participan en todos sus procesos, lo cual para ustedes señores del gobierno es lo que está mal, porque en su mundo al revés, el dinero bien habido parece ser el proveniente de la oscuridad de donde ustedes han obtenido sus riquezas.
No pertenezco a la familia de Empresas Polar, pero como muchos venezolanos, me siento miembro de ella, con tanto orgullo como llevo el tricolor o el cuatro en el corazón, y es una de las razones de mi contundente llamado a la reflexión; otra razón viene dada por el respeto que su presidente merece (sí señores del gobierno, el respeto se merece, por eso ustedes no gozan de él). El colega Lorenzo Mendoza, quien además de sus estudios de ingeniería, tiene maestría en administración de una muy reconocida universidad norteamericana, ha elevado todos los indicadores de la organización desde que preside su junta directiva, por falta de currículo, trayectoria y méritos no se vararía para ser Presidente de la Republica si quisiera, y quizás eso es lo que más temor le da al régimen, solo que el Sr. Mendoza no ha manifestado aun su deseo de incursionar en la política aunque es sabido que se lo han solicitado en numerosas oportunidades.
Cuando hablo de un contundente llamado a la reflexión, no me refiero a los ocupantes actuales del gobierno; con lo que han demostrado en estos años, sé que no tienen la capacidad de comprender el gran error que cometen al señalar tan temerariamente al director de la muy venezolana Empresa Polar (con seguridad más venezolana que el presidente de la republica que aún no muestra su partida de nacimiento), me refiero a los que llegan estos improperios que vienen de una supuesta autoridad, para que no permitan que su lenguaje irrisorio y ofensivo se propague y convierta señalamientos infundados en casos de interés nacional, cuando hay tanto de que ocuparse para mejorar la vida del venezolano.
Con toda responsabilidad, me hago voz de muchos venezolanos que condenamos las acciones que el desgobierno emprende contra Empresas Polar y demás organizaciones productivas en Venezuela.

Vale mencionar que en el ínterin de estos párrafos, la moneda siguió su imparable devaluación en al menos un punto porcentual.