lunes, 21 de enero de 2013

Cómplices del robo a la soberanía


Luego de ver como desperdiciamos el pasado 7 de Octubre, la oportunidad más valiosa que se nos había presentado para cambiar el gobierno, y por ende, el rumbo político, económico y sobre todo social de Venezuela, no queda sino la reflexión y el análisis para aprender de los errores, ya que la tristeza y decepción normalmente se supera a los pocos días.
Sin embargo, en el escenario venezolano, no dejan de sorprender los acontecimientos que ocupan las portadas del día a día político, y para nuestra desdicha, cada hecho vuelve a sumirnos en esa tristeza y decepción, producto de la impotencia generada por el secuestro de nuestra soberanía, de nuestras instituciones, de nuestra justicia, en fin, de los pocos recursos que nos quedan para salir a flote.
Hoy vemos con total indolencia, como se celebró hace una semana en la ciudad de La Habana, República de Cuba, una reunión entre la alta cúpula del partido de gobierno venezolano y los dictadores hegemónicos hermanos Castro. Me refiero a los venezolanos presentes como “Alta cúpula del partido de gobierno”, porque me cuesta pensar que la reunión haya tenido como objeto los temas binacionales públicos, deducción a la que llego por varias razones:
·        No publicaron una agenda de viaje ni mucho menos de la reunión al pueblo venezolano.
·        No publicaron tampoco los puntos tratados y conclusiones de dicha reunión.
·        No estuvo presente ninguno de los cancilleres de los países (Quizás discutieron a quien designar en Venezuela).
·        Desde el punto de vista político/administrativo, me pregunto: ¿Qué acuerdo binacional podrían negociar el Ex-Vicepresidente de la República, el Presidente de la Asamblea Nacional, la Procuradora General de la República, el Ministro de Energía y Petróleo, también Presidente de PDVSA, y el Gobernador de un estado con el Presidente y Ex-Presidente Cubano?
·        ¿Qué tema respecto a la salud del Presidente venezolano, “Convaleciente” en la isla, debe ser tratado entre estas partes, y no entre médicos y familiares del paciente?
Estas y otras razones, llevan a concluir tres posibles contextos en los que estaría inmerso el encuentro en cuestión:
1.     La reunión sería con fines partidistas. De ser así, estaríamos suponiendo que las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela, estarían siendo movidas hacia el comunismo, puesto que los anfitriones son los líderes del partido de ésta tendencia en su País.
2.     Fue una simple reunión de amigos cercanos, sin fines políticos. Difícil de creer sabiendo la poca estima entre los Castro y el Sr. Cabello.
3.     El objetivo de la reunión fue dictar pautas que no quieren hacer del conocimiento pueblo venezolano, y por ello la desinformación. Hecho que incurre en grave falta por su naturaleza oscurantista.
Analizando estos posibles escenarios, publico mi opinión al respecto. De ser el primero de los casos mencionados, los fondos utilizados para el traslado de los miembros del PSUV debieron ser propios, lo que ameritaría contraloría externa puesto que bien se supo que viajaron en vuelos oficiales privados y cada uno por separado. Por otra parte, hay mucha dirigencia del partido de gobierno que no estuvo allí presente, pero sí estuvo la Sr. Cilia Flores que no está en dicha directiva. En fin, triste para los miembros de este partido formado a punta de intimidación, obligación y amedrentamiento, el supuesto de cambiar sus directrices sin al menos informar. Qué pena por ellos.
Si consideramos que fue el segundo de los casos propuestos lo que ameritó la reunión de estos personajes en la isla Caribeña, igualmente aplicaría la contraloría y una averiguación por utilizar fondos del estado y medios de transporte para fines meramente personales, burlándose de un pueblo que cree en sus supuestas convicciones socialistas, pero vimos al Sr. Maduro manejando un vehículo último modelo saliendo de un hotel lujoso de la isla.
Ahora bien, el tercer caso representaría la usurpación de soberanía más grande y confesa que se haya vivido en Venezuela en su historia, pues no se podría dejar de considerar que todas las decisiones políticas, económicas, administrativas e incluso sociales, estén siendo tomadas por segundones afuera del país, o peor aún, que estos segundones sólo estén tomando nota de lo que deben hacer, según indicaciones de entes extranjeros. ¿Dónde quedaría el sonado rechazo al colonialismo?, ¿Cómo osan mencionar una supuesta aversión a la participación extranjera en decisiones meramente nacionales? De ser cierto esto, ¿Serían juzgados por traición a la patria?
Estamos convertidos en cómplices silentes del homicidio a la democracia venezolana, ya observamos al protagonista de la novela llamada Socialismo del siglo XXI como un ser superior e intocable, y olvidamos que aún cuando ha ganado las elecciones, somos nosotros quienes decidimos si debe estar o no allí, repudiando los pensamientos y las acciones de quienes pensamos diferente, dejando a un lado el respeto y amor que profesa sólo en sus jornadas electorales. Si bien es cierto que las diferencias ideológicas son comunes en todos los países del globo, también es cierto que en las democracias del mundo, el oficialismo debe aprender más que a vivir, a convivir con quienes lo adversen, que debe tomar las críticas para mejorarse a sí mismo, porque los errores son admisibles en cualquier sistema, por tanto, no puede pensar que sus pensamientos y creencias son la única opción, siempre hay espacio para las diferencias; y los peores errores de quien quiera mostrarse como demócrata, es no aceptar las críticas de sus discrepantes, forzar y moldear normas y procedimientos (y leyes) a su beneficio, y procurar el poder absoluto sobre las instituciones.

No es secreto que todos estos principios han sido trasgredidos por el aún Presidente de turno y sus séquitos, sin embargo, es nuestro deber retomar el protagonismo y moldear las acciones del Jefe de Estado para el bien de los venezolanos, y no moldear las acciones de los venezolanos para el bien del Jefe de Estado, o aún peor, por el bienestar de personajes extranjeros a quienes algunos idolatran… Esa es la Dictadura.